Hoy, Viernes Santo,
me acerco a los crucificados de la humanidad.
Pongo ante mí, Jesús crucificado, los relatos de los pobres,
que desde la cruz del sufrimiento cotidiano anhelan vivir.
me acerco a los crucificados de la humanidad.
Pongo ante mí, Jesús crucificado, los relatos de los pobres,
que desde la cruz del sufrimiento cotidiano anhelan vivir.
Quiero guardar en mi memoria las imágenes de las víctimas,
con su mirada asustada, desprotegida ante la violencia.
Tengo que llevar conmigo rostros de mujeres maltratadas,
de niños y niñas esclavos, siempre explotados.
No puedo estar al margen de los que no tienen voz,
ni dignidad, ni techo, ni pan.
Aunque no me guste, quiero mirar a los condenados a muerte por el hambre, el sida, las drogas,los campos de refugiados, las cárceles, , los hospitales…
Quiero pasar por mi corazón endurecido lugares y situaciones de desamor.
No puedo adorar tu Cruz sin ver en ella a todos ellos.
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