Gracias a él descubrimos
que supo vivir alegre el regalo de Dios: su llamada, su deseo
de ir a los demás, a quienes más lo necesitaban: las niñas huérfanas y pobres .
Que desde su sencillez y humildad nos sigue hablando de la importancia de estar abiertas al querer de Dios, aquí y ahora.
Nos invita a estar alertas y
saber leer, a través de los acontecimientos, qué nos está queriendo decir Dios
en este momento concreto y actual , seguro que nos está haciendo una invitación
a “salir de nuestra propia tierra”, a dejar seguridades para estar disponibles
a extender el reino de Dios por medio de su evangelio.
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