Vemos brillar en el fondo de nuestra alma una luz
pequeña… ¡Esa luz es nuestra VOCACIÓN!..
Cuando una joven ha abierto su corazón a Dios y se ha
dejado fascinar por él, comienza a preguntarse ¿Qué voy a hacer con mi vida? ¿A
quién se la voy a entregar? ¿Tendré vocación religiosa?
Cuando una joven abre los ojos ante la realidad y
logra afligirse con el dolor de los demás y tiene ganas de construir un mundo
distinto, comienza a preguntarse ¿Hasta dónde estoy dispuesta a amar?
Para
resolver estas preguntas se necesita un tiempo y espacio propicio para
encontrarse consigo misma más profundamente y con JESÚS.
Hoy nosotras ofrecemos en esta etapa de
P.V. herramientas y espacios que ayude a las jóvenes a percibir en su
interior esa luz .
Hoy vivimos una experiencia de servicio a los más necesitados.
Salimos muy animadas de casa de Pastora “La
Morocha”a seguir profundizando la acción de Dios en nuestras vidas, ofreciendo en
gratuidad todos los dones que hemos recibido.
Acompañemos a estas jóvenes, desde nuestra cercanía y oración en ese proceso de conocimiento de Jesús y su proyecto, para que sigan descubriendo lo que Dios quiere para cada una.
La misión no es cuestión de tarea y de
eficiencia,sino de pasión.
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