Da igual la época.
No importa el contexto.
Tampoco el lugar.
Siempre están.
Ayer y hoy.
Son los inocentes. Las víctimas de sistemas injustos.
De ambiciones y ansias de poder.
De estructuras abusivas e insolidarias.
Y, desde siempre, ligados al Evangelio.
Son los preferidos de Dios. También los míos.
¿También los tuyos?. ¿También?
Ellos, los inocentes nos enseñan la fragilidad de la vida y el sentido del amor puro
ResponderEliminarCientos de inocentes se cruzan por nuestro camino a diario, muchas veces los ignoramos. Ayúdanos señor para que veamos en cada inocente tu rostro y tengamos siempre la disposición para ayudarlos.
ResponderEliminar