¡Con Él, viento en popa y a toda vela!
Coge la barca, sí, aquella que no tiene amarras, la que te permite navegar según tu querer.
Coge el timón de tu vida y escoge rumbo: norte o sur, este u
oeste... pero déjate llevar por las olas, ellas te llevarán a tierra.
Jesús sigue enamorando el corazón de mujeres jóvenes que se
arriesgan, que apuestan y que se lanzan a esta aventura.
Qué bueno
que es navegar con ÉL.
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