La Cuaresma, más que un tiempo de conversión, de cambio, es para mí una oportunidad para volver a lo esencial . Creo que todos ya tenemos en nuestro corazón el deseo de parecernos cada vez más a Jesús y vivir como él. Pero a veces, con el día a día y “las cosas de la vida”, parece que se me olvida… Por eso, experimento que en la Cuaresma, el Señor me regala un hermoso tiempo para detenerme y hacerme consciente de lo que es esencial en mi vida, hacia dónde voy y sobre todo, con Quién voy… La Cuaresma no es un destino, no es algo que acabe en 40 días; lo mejor viene después… La Cuaresma es más bien un camino, un trayecto en el que el corazón se puede ir centrando, para llegar a la Pascua y poder vivir con auténtica alegría, la nueva vida que Jesús resucitado me regala. Para ti... ¿Qué es lo esencial en tu vida? ¿Hacia dónde te diriges?