Es el comienzo de la temporada de Cuaresma. Un tiempo para una oración más profunda, la conversión y acción transformadora. Desde la fragilidad y la debilidad se abre un camino para el encuentro con Jesús. Por delante cuarenta días parar descubrir como Él va marcando y transformando mi vida, mi historia... La Cuaresma es un tiempo de gracia